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Cristina Araya revela los problemas con su estatura y se declara "un poco" ermitaña

Mide 1.86, los niños se asustan con su altura, está llena de buena onda, fue modelo y tiene una increíble habilidad para conectarse con ángeles... Es Cristina Araya, la psíquica y tarotista que vive de manera intensa... Con buen humor y con la "talla" a flor de piel.

tvn.cl

Viernes 7 de septiembre de 2018

Sonriente, amable y dispuesta a hablar de todo. Así nos recibe Cristina Araya en el estudio de Muy Buenos Días, donde la vemos bailar y cantar en el cierre del programa para luego cambiar drásticamente de ambiente y dar paso a una amena conversación.

¡EL PROBLEMA DE MEDIR CASI 2 METROS!

Desde niña sintió incomodidad con su estatura, - es una de las mujeres más altas de Chile - en ocasiones los niños se asustan y las personas se asombran cuando la ven: "La gente no dice, ¡Ohhh que alta la mujer!...", dice entre risas para luego explicar por qué siempre lleva polainas:

"Esto es por dignidad, hasta ahí me llegan los pantalones, - muestra su tobillo mientras sonríe - Usted cree que esto es por moda, ¡No!... Esto es dignidad. Si ud. me quiere regalar algo, ya sabe (...) Ahora para arriba - muestra que el chaleco le queda hasta la mitad de su brazo - ¡No tengo opción!", dice mientras explota en risa.

 

En su época escolar participó en varios deportes: "Estuve en el equipo de básquetbol, de atletismo, salté vallas y... ¡hasta tiré la bala, jajaja!", pero jamás se dedicó a ninguna disciplina porque le avergonzaba mostrar sus largas y delgadas piernas.

 

Pese a los complejos, Cristina está segura que todo se trata de: "Algo que el universo me dio para aprender que no era un defecto ser tan alta y flaca como yo lo pensaba cuando era chica... ¡Es que en ese tiempo medía lo mismo pero pesaba 45 kilos!".

UN POCO ERMITAÑA...

Comienza a temblar, se siente inquieta. No logra concentrarse, mira en diferentes direcciones, está nerviosa, y de pronto... Confiesa que siente una presencia. Cristina Araya sorprendió a todos en Muy Buenos Días con una gran habilidad: Su conexión con personas que fallecieron y que necesitan entregar algún mensaje.

Américo, Cristián Sánchez, el público y hasta el propio panel del matinal se sorprendió con cada descripción que Cristina Araya hizo sobre algunos ángeles, y también sobre el estado de ánimo o luz especial que acompaña a personas o espacios.

 

Durante el verano de 2018, muchas personas llegaron a TVN con el único objetivo de hablar con Cristina Araya. Algo quedó pendiente con el ser querido que falleció... Necesitaban respuestas.

 

En comerciales, cuando finalizaba el programa o cuando se abrió un pequeño espacio de tiempo, Cristina escuchó y conversó con cada persona que necesitó su atención y comprensión.

Pese a su indiscutible amabilidad, Cristina se declara: "Un poco ermitaña, porque más allá de ver personas, siento la energía de la gente (...) Siento la energía de la persona que me vendió el pan, de la que sentó a mi lado", afirma la tarotista.

HABILIDAD ESPECIAL QUE A VECES TRAE PROBLEMAS

Sumado a su altura, Cristina comenzó a llamar la atención por sus continuas apariciones en televisión. Con esto, aumentaron las solicitudes para encontrarse con ella y todo terminó en un gran problema.

 

"Agendé horas a algunas personas y no las he podido atender. Ahora les estoy devolviendo sus lucas, pero la gente se enoja si tu no las agendas, afirma Cristina para luego afirmar que en muchos casos, las personas prefieren esperar para finalmente concretar el encuentro.

En este nuevo contexto, la tarotista también perdió parte de la privacidad que mantenía con su familia: "Mi hija de 12 años ya no quiere ir a la feria conmigo porque sabe que no podré darle la atención de antes, ya que siempre me quedo escuchando a la gente".

Pese a lo anterior, Cristina confiesa que hace lo imposible por ayudar a las personas que la necesitan y, para conseguir una conexión más intensa, atiende en su propia casa.

 

"Me demoro, pero respondo el mensaje. No tengo una secretaria que me haga la pega, tampoco atiendo en una oficina, yo atiendo en mi casa (...) Trabajo con mi conexión de alma, no con una conexión comercial y la gente cuando llega se da cuenta", afirma.