El adorable Winnie The Pooh fue escrito por A. A. Milne después de regresar de cumplir con su deber en la Primera Guerra Mundial. El escritor británico escribió varios cuentos para niños, pero el tierno oso amante de la miel fue el que perduró en el tiempo.
Se basó en los juguetes de su hijo para crear a los simpáticos amigos del Bosque de los Cien Acres. Aunque no sólo en sus juguetes, pues feliz amigo humano de Pooh, Christopher Robin, estaba inspirado en el hijo de Milne.
Sin embargo, Christopher Robin Milne poco en común tenía con el de la ficción. El verdadero niño sufrió de soledad y de una triste infancia. A. A. Milne fue padre después de volver de la guerra y quedó con varias secuelas, entre esas estrés post traumático, a lo que culpó por la poca relación que tenía con su hijo.
En 2017 se estrenó una película que dejó fuera la magia de Disney y relató la verdadera historia del niño.
Si bien Milne creó las historias del maravilloso oso para estar en contacto con su hijo no fue suficiente. La relación con su madre tampoco fue del todo grata, pues después que falleció el escritor, Christopher y Daphne se vieron muy pocas veces.