Los hijos del matrimonio de Will Smith y Jada- Pinkett Smith han tratado de formar sus carreras en los mismos ámbitos de sus padres. Jaden (19) se ha dedicado exitosamente a la actuación llegando a protagonizar importantes películas de Hollywood y Willow (17) alcanzó la fama mundial cuando lanzó el single "Whip my hair".
En el programa "Red table talk", tres generaciones de mujeres Jada, Willow y su abuela Adrienne, se unen para discutir temas relacionados a su familia y amigos cercanos a ellas. En el último episodio, quisieron abordar cómo sobrellevar la pérdida.
Jada confesó que sólo horas antes le comunicaron el fallecimiento de una amiga cercana debido a un cáncer cerebral. Luego decide preguntarle a su hija cuál había sido su mayor pérdida y ella respondió que en un momento pensó que iba a perder su cordura después del lanzamiento de su primer single. Este éxito, que podría haber parecido positivo para ella, también afectó seriamente su salud mental debido a las promociones y giras. La joven, de 11 años en ese entonces, reveló que estaba viviendo un verdadero infierno.
"Sucedió después de todo lo de 'Whip My Hair', cuando dejé de tomar lecciones de canto y estaba en una especie de área gris. Me preguntaba quién era, cuál era mi propósito y si había algo más a lo que pudiera dedicarme. Querían de que acabara mi álbum y yo no quería hacerlo. Cuando por fin asimilé lo que había sucedido, me quedé anestesiada. Había sido una locura y no paraba de escuchar música muy oscura; caí en una especie de agujero negro y empecé a cortarme", confesó Willow.
Este secreto dejó totalmente sorprendida a Jada, quién no sabía estos episodios de su hija. "¿De cuándo estás hablando? No me di cuenta de nada. ¿Dónde te cortabas?", fue su reacción.
"En la muñeca. A ver, al día de hoy no se puede apreciar, pero aún queda algo. Pero es cierto que perdí la cabeza por un momento. Nunca hablo de ello porque en realidad fue un período corto y extraño de mi vida. Tienes que salir de eso", le respondió Willow.
Después de conversar sobre este y otros dolorosos episodios, las tres mujeres tomaron sus manos y se dispusieron a rezar para conmemorar a sus seres queridos, y para agradecer las lecciones que les entregaron estas pérdidas.