El médico cirujano Jonathan Noble escribió el libro “That Jealous Demon, My Wretched Health”, en que limpia la reputación de varios artistas de renombre. Entre estos, los pianistas Amadeus Mozart y Ludwig Van Beethoven.
La última pintura que se hizo de Mozart se veía al artista con la cara hinchada y muy colorado, lo que dio sustento para que la hipótesis tomara fuerza y se divulgara que tenía problemas con la bebida.
Sin embargo, el médico británico para su libro analizó los estudios postmortem y notas médicas de los artistas, información que no concuerda con un diagnóstico de alcoholismo.
Jonathan Noble en el prólogo de su publicación, afirma que "la reputación de muchos compositores ha sido deshonrada. Aquí se hace un intento objetivo para hacer justicia".
En el libro, Noble también aclara que los compositores Maurice Ravel y Benjamin Britten no sufrieron de enfermedades de trasmisión sexual. Al acceder a los antecedentes médicos del compositor británico, descubrió que este último tenía una válvula cardíaca enferma y no sífilis.