Según reveló el sexto capítulo de la serie de Netflix, Luisito Rey, padre de Luis Miguel cayó en prácticas poco éticas con su hijo. A su corta edad, lo obligaba a trabajar y grabar películas día y noche. El entonces menor, dedicaba largas jornadas a presentaciones, conciertos y actuaciones.
Desde pequeño, el "Sol" fue explotado y comenzó a debilitarse, por lo que su progenitor decidió tomar cartas en el asunto y le pagó a un médico para recetar a LuisMi. El doctor le suministró efedrina, medicamento que estimula el sistema nervioso central aportando energía extra al organismo, pero que puede causar insomnio y problemas cardíacos.
Debido a la situación, personas del entorno comenzaron a advertirle la situación del niño y su notable agotamiento. La madre del cantante también se lo advirtió, pero Luis Rey ignoró e hizo caso omiso a todas las sugerencias, que terminaron por alejarlo de sus hijos y su mujer.