Cada vez que se filma una película de terror empiezan a rondar mitos alrededor de esta. Personas que fallecen durante el rodaje, mala suerte para los actores después del estreno o visiones y ruidos durante la grabación son las historias más recurrentes que envuelve las películas.
"La Monja" no es la excepción, pues el director del filme, Carin Hardy, contó en la Comic Con de San Diego que durante la filmación del spin-off de "El Conjuro" ocurrieron varias situaciones paranormales.
El director dijo que cuando grabó una escena en una habitación oscura y con sólo una puerta, vio a dos hombres que pensó eran parte del equipo, así que los saludó y siguió trabajando.
"Me senté dando la espalda a estos dos tipos, y me puse a mirar los monitores, empezamos con las tomas. Media hora después, luego de estar sentado en medio de esta oscuridad, con esos dos tipos ahí, por fin conseguí la toma. Me levanté, me di la vuelta hacia los dos hombres, y dije: '¿Vieron eso?'. Y no había nadie en la habitación... Nunca hubo nadie en absoluto", narró el director.
La película se grabó en una abadía en Rumania y el equipo pidió que se bendijera el set. "Estábamos rodando en el castillo, lógicamente intentando no perturbar a los espíritus malignos, que todo el mundo estuviera a salvo y que no hubiera accidentes. Tuvimos esta bonita bendición de un sacerdote rumano, que arrojó agua sagrada por todo mi cuerpo, incluidos los ojos".
Sin embargo, Hardy contó que cuando el sacerdote terminó de hacer las oraciones, él le preguntó :"¿Estamos ahora a salvo de cualquier mal?’. El sacerdote me miró y me contestó: 'Estás a salvo si lo crees'".
La película narra la historia de un sacerdote y una novicia que son enviados por el Vaticano para investigar un misterioso caso de una joven monja que se suicidó en Rumania. La producción es protagonizada por Taissa Farmiga, Demián Bichir, Bonnie Aarons y se espera que llegue a la cartelera nacional el 6 de septiembre.