EL DESTAPE: LUCIANA SALAZAR
El 2005, la modelo trasandina dejó a todos atónitos al realizar un topples en una piscina de Reñaca. El acto fue en medio de su campaña para conseguir la corona, lo que hacía presumir que al momento de obtener el reinado, ella sería mucho más osada. Salazar se coronó y apareció en la piscina del Hotel O'higgins en un diminuto traje de baño, donde destacaba la bandera de Chile y de Argentina. No hubo otro desnudo, pero quedará en la historia como el inicio del destape en esta tradicional competencia.
REGRESO AL BIKINI
Al año siguiente, la elegida por los periodistas fue Tonka Tomicic y escogió un triquini un poco más recatado, pero igual de sexy. Las soberanas de los certámenes siguientes fueron jugando con sus bikinis utilizando diferentes colores, tamaños y modelos, pero siguiendo con la línea de los trajes de baño.
LA TRANSICIÓN
Todo cambió en 2011 con la modelo argentina Andrea Dellacasa, quien luego de mostrar un tradicional bikini verde, se lo sacó, dejando ver unas figuras metalizadas que cubrían sólo algunas partes de su cuerpo. Dejó a varios sin palabras.
Luego fue Sigrid Alegría la encargada de innovar. No utilizó traje de baño y lo reemplazó por pintura y brillos.
Luego llegó el turno de la modelo Jhendelyn Nuñez, quien el 2015 apostó por el mismo estilo.
La última en jugársela por dejar el bikini en el clóset fue Nicole Moreno, quien recubrió su cuerpo con pétalos de rosa.
EL REGRESO DEL BIKINI
La última reina electa fue Kika Silva y volvió al clásico bikini. Pero este no era el plan original. La misma mañana en que se efecturaría el piscinazo, un grupo de manifestantes protestaron fuertemente en las afueras del Hotel O'Higgins. Silva tenía su cuerpo completamente pintado, pero la producción decidió postergar el chapuzón. Según han relatado los cercanos la joven, fue ella quien decidió no someterse al mismo proceso de pintura y salir al día siguiente con un bikini normal, marcando el regreso del evento a una imagen más tradicional ¿Qué utilizará la reina electa de este año?