Kevin Bacon impactó a los lectores del diario español El País con sus declaraciones en contra de ser reconocido como una súper estrella.
El actor de 62 años expresó su deseo de ser un intérprete "de personajes", uno respetado, por lo que rechazó diversos papeles, tanto principales como secundarios, que consideraba como "vacíos".
Bacon relató que se mudó a los 17 años a la ciudad de Nueva York, en Estados Unidos, para poder convertirse en una estrella de cine. "Quería mis portadas de revistas, soñaba con ver mi nombre en carteles gigantes", detalló. Sin embargo, cuando llegó la hora de protagonizar "Footloose", la película que lo catapultó a la fama, tuvo que mudarse a California.
Pero, a pesar del éxito de la cinta, Bacon tenía una confesión: “No me gustó nada. No hay forma de describir la fama, ni toda esa atención, a alguien que no lo haya experimentado. No es solo el hecho de que todo el mundo te conozca, es algo distinto. Una pesadilla”, expresó al medio europeo.
A los 24 años, el actor decidió seguir adelante con la actuación pero solamente con papeles que él quisiera y le llamaran la atención, dejando de lado las películas populares.
Al final de la entrevista, le preguntaron si es que consideraba que tenía una buena vida, a lo que él respondió: "Me siento tremendamente agradecido. En un momento de tu vida, llegas a una bifurcación: gratitud o amargura. Yo he elegido ser agradecido".