Un 19 de octubre pero hace 25 años atrás, Michael Jackson pisaba nuestro país por primera y única vez en una visita que muchos recuerdan como problemática: su primer concierto fue cancelado, sus recorridos por la ciudad fueron extravagantes y sus promesas a los niños con cáncer hicieron que todos los amantes de la música del Rey del Pop hablaran sobre su estadía.
En la mañana de ese recordado día, el ex integrante de los Jackson 5 decidió dejar el hotel donde se hospedaba para recorrer la ciudad. Junto a su comitiva de 20 personas - donde se encontraban guardias de seguridad y tres niños del staff- Michael decidió visitar dos tiendas de música, donde adquirió 21 películas de acción, como también la producción cinematográfica protagonizada por él mismo, "Moonwalker".
Otro de los lugares que exigió visitar el cantante fue una juguetería. Pese a que en esos tiempos las acusaciones por abuso sexual no estallaban, a varios de los espectadores les pareció una imagen muy extraña: el compositor llegó con una chaqueta de Peter Pan, acompañado con los tres niños de su equipo, y recorrió por 45 minutos el lugar.
Pero la noticia que más impactó el país llegó el 22 de octubre de 1993, cuando el día que muchos fanáticos estaban esperando tuvo un giro inesperado: En su gira "Dangerous", este día sería el que Michael se presentara por primera vez en el Estadio Nacional, sin embargo, eso no ocurrió. Cerca de las 16:30 horas, casi siete mil personas ya habían entrado al recinto -muchos de ellos durmiendo afuera para quedar primeros- cuando una voz por el alto parlante anunció la cancelación del recital.
La causa fue, según su médico personal David Forecast, un problema muscular en la espalda que afecto al artista durante la mañana del día del evento. Este dolor se habría iniciado en su concierto previo en Sao Paulo, pero según la prensa de ese entonces, se dice que el artista no habría querido salir a presentarse porque la productora no cumplió ciertos acuerdos.
Paralelo a esta gran decepción, Jackson canceló una visita que había prometido hacer con los niños enfermos de cáncer del Hospital Calvo Mackenna. Y no fue una, sino dos las veces que el cantante no llegó al lugar. Pese a todos los inconvenientes, el Rey del Pop finalmente asistió al lugar, pero no fue como se había comprometido: en vez de realizar una larga visita, el artista sólo se bajó de su auto blindado, saludó a un niño que estaba en la puerta y se fue. Su estadía se calcula que duró dos minutos y dejó varios corazones rotos.
Finalmente el día llegó: el 23 de octubre de 1993 los 60.000 fanáticos del Rey del Pop pudieron disfrutar de un épico espectáculo musical, mostrando sus característicos bailes y canciones, entre ellas Smooth Criminal, Black or White y Dangerous, que fueron coreadas por todo el público chileno.