Además, de acuerdo a la información de Data Intelligence, son en total de 1.950 hectáreas las que sufrirán algún tipo de daño.
Los incendios en Quillón ocurridos entre el 25 y el 27 de diciembre, aún no dan tregua, pues según el informe entregado por la Oficina Nacional de Emergencia ( ONEMI) hay 44 incendios a nivel nacionales, de cuales 19 se encuentran activos, 22 controlados y 9 extendidos, y la mayoría entre la región de O’Higgins y Los Lagos, ante esto, uno de los lugares más afectados ha sido la localidad ubicada en la región del Ñuble lo que ha mantenido en alerta a la población general.
"Tenemos, especialmente condiciones climáticas favorables, que nos permiten ya ir trabajando en la liquidación del incendio. Todavía tenemos algunos puntos calientes, que tenemos que asegurar para dar la condición final de controlado y extinguido", explicó el director regional de Conaf en Ñuble, Domingo González
Ante la magnitud de la tragedia en Quillón, Data Intelligence realizó una estimación preliminar a partir de los focos de calor detectados diariamente por el satélite VIIRS y su combinación con el mapeo de la vegetación arbórea obtenida de imágenes satelitales Sentinel. Como área potencialmente afectada se consideró un radio de 200 metros alrededor de cada foco de calor.
¿Qué son los focos de calor?
Son anomalías térmicas, representadas en los mapas como Hot Spots de incendios potenciales, y en el caso de siniestros ya iniciados como el de Quillón, brindan la fecha del momento en que los incendios fueron detectados y sus posibles efectos en un radio cercano.
Pero a pesar de su efectividad, la magnitud de los daños de la tragedia y el total de superficie quemada, aún es analizada por autoridades nacionales, principalmente Conaf, quien estima que el daño del incendio puede llegar hasta 2.100 hectáreas.