La Fiscalía Nacional Económica (FNE) anunció el inicio de un estudio de mercado sobre las funerarias y cementerios tras advertir "alta dispersión de precios y bienes muy similares entre sí".
De acuerdo al organismo, la medida se decidió luego de que análisis preliminares detectaran "una alta dispersión de precios en el mercado para servicios y bienes que son muy similares entre sí, lo que podría explicarse por sesgos de comportamiento, como el hecho de que las personas normalmente contratan estos servicios o bienes bajo una alta vulnerabilidad emocional, producto del reciente fallecimiento de un ser querido".
Igualmente, el sondeo permitió ver la "escasa información pública sobre los precios y servicios que entregan las funerarias y cementerios", dejando a las personas expuestas a "altos costos de búsqueda, especialmente considerando que deben tomar una decisión en un tiempo acotado dado que la regulación sanitaria exige realizar los servicios funerarios dentro de 48 horas de producido el fallecimiento. Lo anterior puede llevar a que las personas no tomen decisiones racionales y a que los precios no sean propios de un mercado competitivo".
"La FNE también constató en su sondeo que empresas del sector realizan ventas atadas y empaquetamiento de productos y servicios asociados al valor del ataúd, tales como arreglos florales, obituarios en la web, imágenes religiosas y acompañamientos del servicio fúnebre, entre otros", agregó.
Ricardo Riesco, fiscal de la FNE, explicó que "el mercado de funerarias y cementerios es muy relevante para la población, porque obliga a las familias a realizar un gasto ineludible, muchas veces inesperado, en un momento de gran vulnerabilidad emocional, y que representa un porcentaje importante de su presupuesto mensual".
"Por eso, vamos a analizar cómo está funcionando para detectar sus fallas y poder hacer las recomendaciones que permitan mejorar la competencia en beneficio de las personas”, añadió.
El estudio abarcará todas las etapas del mercado, incluyendo desde la contratación de servicios en vida (seguros y sepulturas por necesidad futura) hasta posibles exhumaciones y nuevas inhumaciones, pasando por la contratación de servicios funerarios y de sepultura o cremación, tanto en instituciones públicas como privadas.