Eduardo Fuentes ya está instalado en China para grabar durante tres semanas un especial para TVN y la televisión pública del gigante asiático.

En sus redes sociales, el conductor del "Buenos Días a Todos" ha ido registrado cómo fue su viaje para llegar hasta Asia y en conversación con Las Últimas Noticias reveló sus primeras impresiones al llegar hasta el otro lado del mundo. 

"Todo es sorprendente, la verdad. Sorprende la tecnología en las calles, autos muy futuristas, mucha gente en bici con paraguas bajo la lluvia y que los exóticos somos nosotros, no ellos. De hecho, en algunos sitios te miran hartos a pesar de que Beijing es tremendamente cosmopolita", relató Eduardo Fuentes.

"Nos trataron amablemente todo el tiempo"

Sin embargo, Eduardo Fuentes narró una experiencia puso en riesgo su paso por inmigración y que todas las horas de vuelo hasta su destino habrían sido en vano.

"Cuando llegamos a China, llevábamos la carta de invitación de la TV pública, pero faltaba una firma. Tuvimos que esperar en una salita por 30 minutos. Es feriado acá y Helana, una productora de la TV pública nos esperaba, se tuvo que mover flash para que estuviera todo en orden", relató. 

Si bien el momento fue tenso, el trato que recibieron por parte del personal policial fue paciente y grato. "Menos mal había un policía que hablaba algo de español porque, más encima, no le hacían al inglés. Pero si bien estábamos apartados, nos trataron amablemente todo el tiempo". 

La comida

Ya instalados en la ciudad China lo primero que Eduardo Fuentes hizo con su equipo fue ir a buscar un lugar para comer. "La comida fue rica y nada de cara. Pedimos una sopa de fideos, unos camarones salteados picantes y una especie de chapsui con carne de res y apio picante. Además de arroz con verduras y huevo, como el clásico chaufán nuestro", describió. 

Además, destacó que el menú "también tenía patitas de pollo y anguilas". 

Para terminar, Eduardo Fuentes adelantó que sus actividades para el siguiente día será tomar el tren bala a Hefei para terminar al final en el Lhasa Tibet.