En La Poseída, Francisca Gavilán es "La Rosa Carreño". Una célebre prostituta, regenta de una conocida chingana que ejerce el comercio sexual.
Célebre prostituta, regenta de una conocida chingana donde se come, se bebe, se juegan cartas, se baila, se canta y se conocen prostitutas.
Madre de Pedro y Carmen Marín a quien al cumplir diez años comenzó a sufrir violentos ataques compulsivos que Pedro, el hijo de Rosa, aplacaba con golpes y patadas. Desesperada, Rosa acudió al convento para hablar con Sor Juana Correa, en ese entonces madre superiora del Convento de la Caridad a quien le entregó a Carmen y a quien Sor Juana presentó como una recogida
Los años pasaron y Rosa siempre se mantuvo atenta a todo lo concerniente con Carmen, se sentía orgullosa de que la niña estuviera recibiendo una buena educación. Rosa dejó de trabajar y se dedicó a administrar su chingana reclutando a las mujeres más bellas de la zona hasta que su secreto sale a la luz y se corre la voz de que Carmen Marín, la poseída, fue criada en un prostíbulo.
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