Trinidad ya no puede ocultar lo que siente por Pedro y lo invita a cenar a su casa junto a las niñas, pero después recuerda que Juan Pablo está viviendo en su casa y debe idear un plan para sacarlo de ahí, pero su pareja se da cuenta y termina muy dolido. Por otro lado, las hijas de Trinidad le piden a su mamá que se decida de una vez por todas entre Pedro y Juan Pablo.