La estadounidense Sydney McLaughlin se impuso en los 400 metros con vallas de Tokio 2020 en el tiempo más corto de la historia, pero apenas celebró.
La atleta Sydney McLaughlin ganó medalla de oro en la prueba de 400 metros con vallas de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, en un tiempo de 51,46 que le permitió romper su propio récord mundial.
Sin embargo, la estadounidense sorprendió a todos por un llamativo "festejo" en la pista del Estadio Olímpico de la capital de Japón.
Y es que contrario a lo que muchos pensarían, la joven de 21 años sólo miró el reloj, se sentó en la pista y sacudió su cabeza con un gesto de inconformidad.
Finalmente, ya a la hora de recibir la medalla y sacar la foto oficial, McLaughlin por fin sonría para mostrar su felicidad por su extraordinario resultado que la corona como la medallista dorada más joven en la historia de esta prueba en unos JJ.OO.
"En términos de lo que es posible, no creo que exista una verdadera carrera perfecta... Creo que siempre hay más en lo que mejorar, y cada vez que pisamos la pista, creo que ese es nuestro objetivo. Creo que todo es posible", dijo.
Al mismo tiempo, sentenció: "Estoy absolutamente encantada. Ha sido una gran carrera. Estoy muy agradecida por estar aquí corriendo esta extraordinaria carrera y representando a mi país".
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