Después del la muerte del afroamericano George Floyd, se generó una revolución ante el racismo que rompió fronteras más allá de Estados Unidos y que provocó la destrucción monumentos y estatuas por parte del movimiento Black Lives Matter.
Una de las esculturas destruidas fue la de el comerciante de esclavos Edward Colston, en Bristol, Inglaterra. Ahora aquel espacio fue ocupado por la figura de Jen Reid, una manifestante que se volvió emblema al pararse en el zócalo vació con el puño levantado después de haber derribado la estatua anterior.
“Estar allí arriba, con el puño en alto, fue un momento increíble, y esto lo captura. Me pone la piel de gallina” señaló a The Guardian la joven revolucionaria.
La obra fue creada por el artista Mac Quinn, quien la construyó con resina y acero y la tituló "A Surge of Power".
La nueva estatua de Jen Reid, fue puesta de manera clandestina, por lo que las autoridades de la ciudad aún no deciden que se hará con la ella.