La mayoría de las personas han pasado por algún estado de estrés o ansiedad debido a las exigencias del mundo actual. Junto a este estado se pueden presentar síntomas como falta de concentración, angustia, irritabilidad, inquietud, fatiga, entre otros. A continuación te presentamos algunas recomendaciones para poder manejar este estado:
Las consecuencias físicas de la ansiedad pueden ser controladas a través de la respiración respirando en intervalos de cuatro segundos, es decir, inhalar durante cuatro segundos y exhalar en otros cuatro. De esta forma puede relajarte y oxigenarte mejor.
Cuando tienes emociones negativas y no puedes expresarlas de forma propósitiva, ellas se van acumulando y te van enfermando. Por eso siempre es bueno contar con alguien con quien puedas desahogarte y que puedas recibir consejos.
Cerrar los ojos, conectarte con tu respiración y despejar tu mente te ayudarán en gran medida a relajarte y alejar la tensión y los pensamientos negativos.
Además de ayudar a que te sientas mejor contigo misma, el ejercicio te hará liberar endorfinas que ayudarán a que estés más feliz y a que puedas abordar los problemas con optimismo.
A veces nos ahogamos en un vaso de agua y una forma de darnos cuenta de eso es tener claro, qué es lo que queremos lograr, con que herramientas contamos y establecer prioridades y metas pequeñas para ir logrando poco a poco tus proyectos.