Jim Carrey estaba atravesando por una engorrosa situación debido a que los padres, y el ex marido de la maquilladora de 30 años, Cathriona White, interpusieran una demanda contra el actor ya que, según ellos, él habría administrado unos medicamentos para que perdiera la vida el año 2015.
El actor canadiense, de 56 años, se defendió diciendo que Cathriona lo había amenazado con contar a los medios de comunicación que él la había contagiado varias enfermedades de transmisión sexual si no le pagaba millones de dólares, lo que negó tajantemente. Pero después de esto, la familia aclaró esta situación diciendo que las enfermedades si existían, y que esa era la razón de la depresión de la maquilladora.
En una carta escrita por la joven fallecida, y publicada por la familia, mostraba que Carrey no era una buena persona y que esto habría llevado a Cathriona a quitarse la vida: "Amaba la vida, estaba feliz conmigo misma y me sentía muy bien. Estaba orgullosa de todas las decisiones que había tomado y te conocí. Me introdujiste en la cocaína, la prostitución, el daño psicológico y las enfermedades".
Un representante de Carrey confirmó a The Hollywood Reporter que todas las acusaciones hechas por la familia habían sido desestimadas el pasado 25 de enero, y que el actor lo único que quiere es seguir con su vida, “Jim está deseoso de seguir adelante con su vida”.
Los abogados que representaban a la familia de la maquilladora no quisieron referirse en a la decisión del juez: “No tenemos más comentarios en este momento”.