La muerte de Karl Lagerfeld dejó un vacío en la moda y dejó sola a la que era su familia, su gata Choupette. Sin embargo, la gata de siete años podría convertirse en la principal heredera de la fortuna del diseñador.
Hasta el último día de vida de Lagerfeld, su gata tenía a dos personas para que la cuidaran y, gran parte de su tiempo, la pasaba arriba de jets privados.
El vínculo con la mascota nació de una manera muy particular. Y es que, en un principio, el animal perteneció a un amigo que se la dejó a una sirvienta del diseñador para que se la cuidara. Al volver, el "Kaiser" simplemente le dijo: "Me quedaré con ella".
En el programa francés Le Divan, el diseñador declaró que "tiene su propia fortuna (la gata). Si me pasa algo, la persona que se ocupe de ella no estará en la miseria".
"Me río de mí mismo por el cariño que le tengo, pero eso no cambia nada y es muy agradable. No molesta a nadie ni le hace mal. Hay gente que se ocupa de Choupette cuando no estoy y todo eso", añadió en la entrevista.
Además de ser la mascota y única familia del diseñador, Choupette es una estrella que cuenta con más de 200.000 seguidores en Instagram y un libro llamado "Choupette: The private life of a high-flying fashion cat".
Sin embargo, según explica el sitio Le Figaro de Francia, un animal no existe como persona física y jurídica, es decir, la felina no podría acceder a la fortuna del diseñador, por lo que queda esperar para saber quien heredará tanto la fortuna del diseñador como a su querida gata.