"Ha sido absolutamente asombroso", destacó Fred Fugen quien se convirtió el primero en realizarlo de formar tan cercana.
Conocido por ser arriesgado y por liderar asombrosos proyectos como haber entrado en un avión en pleno vuelo, hacer maniobras arriba del Mont Blanc, y sobrevolar el Líbano; Fred Fugen sorprendió una vez más con su última gran hazaña: un vuelo en su traje de wingsuit alrededor de las pirámides de Guiza, Egipto, acercándose lo suficiente como para casi tocar las piedras milenarias que forman las increíbles estructuras.
La idea pudo realizarse gracias a una técnica llamada “Resource” que utilizan los pilotos de wingsuit, y que consiste en abrir las alas del traje aéreo para ganar altitud antes de abrir el paracaídas.
Así, habiendo sido lanzados a una altitud de 1.500 m, Fugen y su compañero Cotte alcanzaron velocidades de hasta 250 km/h a una elevación mínima de 90 m, antes de emplear el “Resource". Esto les permitió ganar otros 50 m de altura al dúo, por lo que pudieron abrir sus paracaídas a 140 m, la altura exacta de la Pirámide de Kefrén, la que sobrevolaron a escasos centímetros, como nunca antes lo había realizado.
"Hasta ahora, el paracaidismo sólo estaba permitido sobre las pirámides a gran altura. Es la primera vez que se realiza un vuelo con traje de alas tan cerca. Ha sido absolutamente asombroso situarse justo al lado de estas piedras gigantescas, unas de las últimas maravillas del mundo antiguo que siguen siendo visibles hoy en día ", explicó Fugen luego de realizar el vuelo.