Ramsés quiere acabar con Oseías por su insolencia y le pide a sus oficiales que lo capturen y que lo dejen morir sin agua y alimento ante la presencia de todos los hebreos.
Los oficiales llegan a la casa de Amram para detener a Oseías y él no pone resistencia ante la orden del faraón.
Ana ve cómo Oseías es llevado por los oficiales y Caleb la encara por ser egipcia y la hija del asesino del padre de Oseías.
Oseías es amarrado en la calle con el objetivo de que muera por la falta de agua y comida. El castigo servirá de ejemplo para los hebreos que le falten el respeto al rey. Amram decide que lo mejor es ir a hablar con Ramsés para evitar su muerte.
La familia de Oseías llega ante él y le piden a los oficiales piedad para él, pero ellos con implacables y cumplirán las órdenes de Ramsés.
Como Ramsés se negó a hablar con Amram, Henutmire decide salir para saber qué puede hacer por el padre de Moisés. Él le suplica que salve la vida de su nieto Oseías.