Oseías y Ana se vuelven a ver en la ciudad y la atracción entre ambos surge espontáneamente, a pesar de las diferencias que los separan.
Oseías ve a Ana en la calle e, inmediatamente, decide devolverle el collar que ella perdió tras el accidente. Sin embargo, ella no reacciona de la mejor manera.
En el Nilo, Oseías y Ana se vuelven a reencontrar. Él estaba pescando y ella lavando ropa, pero ambos evitan al principio dirigirse la palabra.
La caída de Oseías logra que Ana se ría y así distender el ambiente. Por otro lado, Oseías logra su objetivo y obtiene muchos pescados.
Luego, ambos regresan a la ciudad con la promesa de verse cuando pase el cortejo del rey Ramsés.