Ramsés queda encantado con Maya, la hija del sumo sacerdote egipcio, por lo que el matrimonio entre ambos ya empieza a tomar forma.
El palacio está alborotado con el compromiso del futuro rey de Egipto, menos Ramsés, quien se siente obligado a aceptar este matrimonio a la fuerza. Pero cambia de parecer apenas ve entrar a Maya, la hija del sumo sacerdote.
La bella joven se convierte en comentario obligado por todos, especialmente de Moisés y Nefertari, quien empieza a sentir celos de la prometida de Ramsés.
Maya le pide a Ramsés que salgan a conversar afuera, y él piensa que ella quiere algo más...
Pero Maya es mucho más atrevida y talentosa de lo que todos creen y eso queda demostrado cuando toca una bella melodía en el arpa.
Moisés al fin respira tranquilo al ver a su amigo "embobado" con la chica egipcia.