Luego de esperar largas horas con su dedo cortado, Carlos Otondo recibió las curaciones correspondientes en Clínica Dávila. Sin embargo, cuando llegó la hora de regularizar su cuenta, le exigieron pagar el total y manera particular, ya que sin huella resultaba imposible acceder a su plan de salud.
Se cortó el dedo índice y de inmediato llegó a la Clínica para recibir las atenciones correspondientes. Lo mantuvieron durante más de cuatro horas en sala de espera y luego ingresó a la de procedimientos, donde recibió curaciones que incluían puntos.
Hasta el momento todo parecía "normal", pero cuando fue a pagar su cuenta le pidieron su huella para activar todos sus beneficios médicos. Debido a que esto no era posible, le respondieron así: "Tiene que pagar el total de manera particular".
Carlos decidió salir de la clínica sin cancelar su cuenta, pero las sorpresas estaban lejos de terminar, porque el tiket de estacionamiento exige tener la cancelación de ésta. Pero en esta ocasión, el encargado comprendió su situación y lo dejó salir.
Al día siguiente, y aunque le recomendaron 3 días en absoluto reposo, Carlos llegó a la clínica para regularizar su situación y de paso, dejar un reclamo en Servicio al Cliente, donde le comunicaron que éste... ¡Debía ser escrito a mano!