A veces una gran pena se siente como si nuestro corazón se destrozara en mil pedazos. Algunas personas que se encuentran en ese estado sufren como consecuencia la llegada de alguna enfermedad.
¿Existe realmente una conexión entre las emociones y la salud?, el doctor del pueblo, explica que la pena podría generar algunos cambios a nivel neurológico, endocrino e inmunológico.
Sin embargo, aunque la pena puede generar angustia y problemas de salud, algunas personas toleran de manera diferente a este sentimiento y no llegan a una depresión o a un estado de estrés.