Norberto era un perro callejero en Tucumán, Argentina. Pero su suerte cambió cuando llegó a la veterinaria “Lola Polola” y su staff quienes decidieron adoptarlo.
Lo primero que hizo el equipo liderado por Noelia Tacacho fue curar la herida de su cuello y castrarlo. En ese proceso se dieron cuenta que el can tenía un tumor venéreo transmisible en el área genital.
De inmediato le empezaron a tratar su enfermedad, pero se dieron cuenta que era muy caro para costear, además muy complicado obtener su medicina. Es por eso que instalaron un puesto de ropita para perros y todo lo recaudado es para el tratamiento de Norberto.
La foto del perro en Facebook con un letrero que dice “Vendo busitos (sic) para pagar mis quimios” bastó para que se viralizara y comenzar a recibir ayuda. Aunque los nuevos dueños dejaron en claro que su objetivo no es que la gente done dinero, sino que se acerquen a comprar los productos que ellos tienen destinados para la recuperación de Norberto.