Mientras la Orquesta de Cámara de Viena brindaba un concierto en las ruinas de Éfeso, un perro apareció repentinamente hasta el escenario, donde posteriormente se sentó al lado de un violinista.
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La divertida actitud del canino, no pasó desapercibida entre los asistentes y los músicos, quienes rápidamente comenzaron a reír.
Lunes 10 de julio de 2017
Mientras la Orquesta de Cámara de Viena brindaba un concierto en las ruinas de Éfeso, un perro apareció repentinamente hasta el escenario, donde posteriormente se sentó al lado de un violinista.
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