El "Centro Comunitario Tomahawk Ridge", en Estado Unidos, fue el escenario donde ocurrió el "percance". Un niño quebró una escultura del artista Bill Lyons. La escultura llamada "Aphrodite di Kansas City" estaba siendo exhibida en el salón principal, lugar donde el pequeño jugaba con otro niño sin supervisión de sus padres.
El menor se colgó de la escultura y esta cayó al suelo. Ahí fue cuando el pequeño se asustó y salió corriendo del lugar.
El artista plástico confirmó que la escultura no se puede reparar y que se destruyó el trabajo que hizo por dos años. Es por esto que los padres del niño deberán pagar 123 mil dólares (alrededor de 84 millones de pesos).
La familia del menor fue notificada por la empresa de seguro, donde también se les envió una nota donde los tildaban de negligentes. Sin embargo, la madre del menor, Sarah Goodman, se defendió diciendo que la lastimaba que la llamaran negligente y que además la escultura no tenía ningún mensaje de no tocar.