Mamoudou Gassama caminaba tranquilo con su novia por las calles de París, cuando sintió muchos gritos. Como todo ser humano curioso se dirigió a donde estaban congregadas varias personas mirando hacia un edificio y registrando todo con su celular.
El inmigrante indocumentado vio a un niño en peligro y no lo dudó. No pensó que vendría después y mucho menos que podría exponerse a ser detenido y expulsado de Francia, solo pensó en el bien común: salvar una vida.
En 30 segundos escaló hasta el cuatro piso de un edificio y salvó al infante de una caída mortal. El hombre no sólo rescató a un menor, sino también cambió su vida para siempre.
Tras vivir con miedo por no tener papeles fue recompensado por cada humillación que vivió. Logró ser aceptado en un país que cada vez es más duro con los imigrantes.
Mamoudou Gassama, el hombre que nació en el República de Malí hace 22 años atrás, jamás imaginó que por un acto de valentía cambiaría su vida.
El joven había llegado a Francia en Septiembre de 2017, hasta la fecha no había podido regularizar sus papeles para vivir tranquilo. No porque él no tuviera la intención de hacerlo, sino por las leyes cada vez más estrictas.
El lunes 28 de mayo la prensa internacional giró en torno al joven proveniente de África Occidental, ya que se reuniría con el Presidente de Francia para recibir no tan solo los papeles de nacionalidad que le darían un pasar más digno, sino que también el gobierno le aseguró un trabajo.
Era primera vez en años que el maliense tenía la suerte de su lado. Se fue de su país en 2013, en busca de un futuro mejor con destino a Europa, donde partió una travesía que por fin le está dando frutos.
En su viaje, antes de llegar a Francia, pasó por Níger y Libia. En 2014 estuvo en Italia, pero en cuanto pisó el país de las pastas fue interceptado y no pudo ingresar. Pero el alma de Mamoudou Gassama sabía que el futuro tenía planeado algo grande para él, así que insistió y en un segundo intento logró pasar.
En el país con forma de bota no estuvo mucho tiempo, pues no conocía a nadie y la posibilidad de que compatriotas pudiesen ingresar era cada vez más baja, así que volvió a cargar su maleta y seguir un poco más lejos. Francia era su próximo destino.
Tanto en Europa, como en el mundo, las leyes migratorias se están haciendo más estrictas. Cada vez eran más los quienes que le recalcaban a Gassama su color y su origen, sin embargo, su noble acción lo convirtió en estrella y símbolo.