La fotografía que remeció al mundo muestra la última vez que dos hermanos pudieron compartir. El pequeño Jackson de seis años alcanzó a ver a su pequeña hermana Addy antes de que muriera luego de luchar meses contra una complicada enfermedad.
Addy tenía un tumor cerebral imposible de remover, debido al lugar donde estaba ubicado. Poco a poco la enfermedad fue apoderándose de ella, limitando sus funciones motoras y cada vez tenía más problemas para respirar.
Junto con este mensaje, Matt Scooter, publicó la fotografía: "Un niño no debería tener que despedirse de su compañero de juego, su mejor amiga, su hermana pequeña. Así no es como se supone que debe ser. Pero este es el mundo roto en el que vivimos”.
El padre de los niños también comentó a The Washington Post que cuando le contaron a Jackson que su hermana había partido, el niño sólo había dicho “Adiós Sissy”, que era la forma en que él cariñosamente llamaba a su hermanita.
La familia recibió el pésame de todos quienes seguían el caso de Addy y el funeral fue privado, sólo con cercanos a la familia.