El desarrollo de los niños tiene señales que alertan a los padres de que todo está bien. Por ejemplo, si un bebé de 6 a 9 meses comienza a manipular objetos y jugar, es porque su desarrollo de desenvuelve en forma normal. Pero cuando no son capaces de realizar estas funciones según su edad, es porque presentan retraso en su desarrollo.
Según la Encuesta Nacional de Salud del 2016-2017, que evaluó el desarrollo de 984 niñas y niños, entre los 7 meses y los 4 años 11 meses, indicó que en nuestro país un 28,2% de los menores de cinco años, presentan un retraso o rezago en su desarrollo.
Uno de los factores más importantes que explicaría este fenómeno, es la pobreza. La pobreza infantil se asocia a diversos cambios en el desarrollo social, biológico, psicológico, etc. Por otro lado, la encuesta Casen del 2015 reveló que los niños son el grupo en que se concentra la pobreza multidimensional, es decir, en salud, educación, vivienda y seguridad social.
Otro punto importante es la tecnología, ya que al usarla los primeros meses o años de vida, cambia nuestras conexiones cerebrales. Según la Asociación Estadounidense de Pediatría, recomienda el cero uso de cualquier tecnología (sean tablets, celulares, laptops, etc) los primeros dos años de vida, ya cuando sea mas grande el niño, de los 4 años en adelante se le recomienda sólamente exponerse a 1 o 2 horas como máximo. Uno de los problemas graves es que a mayor uso de estas tecnologías, los menores tienen menos desarrollo en las habilidades sociales, la empatía y reglas sociolinguísticas.