Beyoncé era uno de los números más esperados en Coachella y no decepcionó, la cantante dejó a todos impactados con su regreso. El año pasado canceló su participación en el mismo festival porque se encontraba embarazada de sus mellizos Sir y Rumi.
El show hizo historia por hacer que Beyoncé fuera la primera mujer negra en encabezar un festival de esta magnitud. Incluso comenzó su presentación dando gracias por ese reconocimiento. En la primera parte Beyoncé deleitó a los asistentes con éxitos como "Formation", "Crazy in love" y "Flawless" y deslumbró por todos los detalles desde el vestuario diseñado exclusivamente para ella por marcas como Balmain, uno de ellos fue inspirado en la reina egipcia Nefertiti.
En la segunda parte Beyoncé se presentó con su look característico de un body negro y botas altas, que lució bajo el ritmo de "Mi Gente" (remix de la canción de J Balvin), "7/11", "Baby boy", y "Deja Vú" que interpretó junto a su esposo Jay-Z, con quién saldrá de gira este año.
Uno de los momentos más inolvidables fue cuando Beyoncé salió en escena junto a Kelly Rowland y Michelle Williams, ex-integrantes del grupo Destiny's Child desatando una ovación en los más de cien mil espectadores. El trío cantó la canción "Lose my breath" y las icónicas "Say my name" y "Soldier".
Finalmente, otra aparición que sorprendió al público fue la de la hermana de la cantante, Solange Knowles. Ambas se lucieron bailando y cantando el single "Get me bodied".
Beyoncé sin dudas que hizo historia con este show, y su regreso no será olvidado. La artista se despidió del público con bellas palabras: "Estoy muy feliz de encontrarme aquí. Se suponía que iba a actuar el año pasado, pero acabé quedándome embarazada… ¡Gracias a Dios! Así que no me quedó otra opción que soñar y soñar y seguir soñando con este momento mientras dos criaturas crecían en mi vientre. Gracias por compartirlo conmigo. ¡Espero que hayan disfrutado del show!".
Puedes ver el registro del concierto que capturó una fan aquí.